La CNMV acusa al Popular de ocultarle datos en 2016

Las cuentas consolidadas que Banco Popular presentó en 2016 «no representaban la imagen fiel de su situación financiero patrimonial». Al menos así lo estima la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) entre los argumentos que utilizó en octubre de 2018 para anunciar la apertura de un expediente sancionador por infracción muy grave contra ocho personas de la antigua cúpula de la entidad, encabezadas por el expresidente Ángel Ron.

Ese procedimiento administrativo se paralizó al estar abierta una causa penal en la Audiencia Nacional, pero la documentación que sirvió de base ha sido remitida al juzgado y anunciada a las partes personadas. En ella se explica cómo los principales dirigentes de la entidad decidieron no realizar todas las provisiones a las que el Popular estaba obligado por la mayor morosidad de sus créditos, aplazando parte al año 2017.

Con ello aparentaba una situación financiera menos mala que la real, al presentar «datos inexactos o no veraces». Precisamente en el folleto de su última ampliación de capital en junio de 2016 el banco daba una previsión máxima de pérdidas de 2.000 millones de euros, pero que luego se convirtieron en 3.485 millones. Fue, además, el único año que cerró con pérdidas hasta ser intervenido en junio de 2017.

Para la CNMV no fue algo casual: «Está acreditada la intencionalidad de algunos miembros de la alta dirección de incurrir, al menos, en errores en el cálculo de provisiones de acreditados (los préstamos) analizados individualmente». Aquello tuvo un impacto contable negativo antes de impuestos de 123 millones.

El grueso eran créditos inmobiliarios, una parte financiaba la compra de títulos en aquella ampliación. Para la CNMV los responsables del banco eligieron una «muestra» de provisiones «conveniente para pasar inadvertidas» sus «prácticas irregulares» al «control del supervisor y la auditora».

Fuente: Diario Sur.

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